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🔥 Bienvenido a la primera edición de Liderazgo Kaizen
Si estás leyendo esto, significa que has decidido suscribirte. Y lo primero que quiero hacer es darte las gracias.
Esta es la primera edición de lo que espero que sea una larga serie de emails donde hablaremos de liderazgo, toma de decisiones, productividad y cómo mejorar cada día sin morir en el intento.
Pero antes de empezar con el tema de hoy, déjame contarte por qué narices esto se llama Liderazgo Kaizen.
💡 ¿Cómo descubrí el Kaizen?
No fue en una charla motivacional. No fue en un libro de autoayuda.
Fue cuando estaba buscando un coche. Si, en serio.
Quería comprar uno y dudaba entre un Volkswagen y un Renault.
Así que, como cualquier persona normal, empecé a mirar artículos en Internet sobre fiabilidad, calidad, mantenimiento… Y en algún punto, saltando de enlace en enlace, acabé leyendo sobre el sistema productivo de Toyota. De un día para otro, me di cuenta de que existía un concepto del que no había oído hablar en mi vida: Kaizen.
Y lo que más me flipó no fue que las fábricas de Toyota fueran ultraeficientes, sino la idea detrás:
No necesitas hacer cambios enormes, solo mejorar un poco cada día.
Si te digo que mañana tienes que hacer 40 flexiones seguidas, probablemente me mandes a la mierda, y con razón. Pero si te digo que hoy hagas 2, la próxima semana 4, la siguiente 6… y en 5 meses llegues a 40, suena bastante más fácil, ¿verdad?
Ese es el principio del Kaizen. Progreso constante, sin agobios, sin fórmulas mágicas.
No me quiero enrollar. Algún día hablaremos más de esto. Pero lo importante es que desde aquel momento, empecé a verlo en todas partes: en mi trabajo, en el liderazgo, en la toma de decisiones… hasta en el día a día.
Por eso esta newsletter se llama Liderazgo Kaizen, porque hablamos de liderazgo y mejora continua. Porque crecer y avanzar no es cuestión de un golpe de suerte, sino de pequeños pasos constantes. Liderar no es solo dirigir a otros, sino tomar decisiones con claridad, influir en tu entorno y mejorar cada día, en el trabajo y en la vida.
¿Quién soy yo y por qué te hablo de esto?
Te soy sincero: yo no tengo todas las respuestas.
En mi vida me he equivocado un montón de veces. Me he pegado guantazos espectaculares, he tomado malas decisiones y, muchas veces, he sentido que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo.
Incluso ahora, mientras escribo esto, hay una vocecilla en mi cabeza diciéndome:
"¿Quién narices soy yo para hablar de liderazgo, productividad y toma de decisiones?"
Supongo que todos sentimos el síndrome del impostor en algún momento. Pero hay algo que sí sé: he aprendido muchas cosas a base de ensayo y error. Y si al compartir estas experiencias alguien encuentra algo útil, si una o dos personas consiguen mejorar su día a día gracias a lo que cuento aquí, me doy por satisfecho.
Así que aquí estoy, sin verdades absolutas, pero con muchas ganas de compartir lo que he aprendido.
Para que no sea todo un misterio, te cuento un poco sobre mí:
Pasé 10 años como oficial del Ejército, donde aprendí a tomar decisiones bajo presión, aprendí la importancia de los valores y el espíritu de sacrificio y me acostumbré a lidiar con el estrés.
Después di el salto al mundo empresarial, trabajando en una de las mayores compañías de retail del mundo, liderando equipos en logística.
Y en el camino, me equivoqué más veces de las que me gustaría admitir pero, de todas ellas saqué añgún valioso aprendizaje.
Si algo he aprendido, es que la diferencia entre las personas que avanzan y las que se quedan atrapadas no es el talento ni la suerte.
Es su capacidad de tomar decisiones y su constancia para mejorar cada día.
📌 La decisión más difícil es la primera
Si estás aquí, es porque quieres cambiar algo.
Y solo por eso, ya has dado el primer paso.
El problema es que muchas veces nos paralizamos antes de empezar. Nos decimos cosas como:
🔸 "No es el momento perfecto."
🔸 "Necesito más información antes de decidir."
🔸 "¿Y si me equivoco?"
Y así pasa el tiempo. Un mes, un año, toda una vida esperando "el momento ideal".
En el Ejército aprendí algo (luego me enteré que tenía un nombre) Regla del 70%:
👉 Si tienes al menos el 70% de la información necesaria, decide y avanza.
Esperar al 100% es casi siempre perder el tiempo. Si fallas, corriges y sigues.
Porque la verdad es esta:
No decidir también es una decisión. Y casi siempre, es la peor.
Te cuento un secreto:
Podría haber esperado a tener una newsletter increíblemente estructurada, con un diseño perfecto y una estrategia impecable. Podría haber leído mil artículos sobre cómo lanzar una newsletter. Podría haber procrastinado durante meses, buscando "la versión perfecta".
Pero no lo hice. Porque si algo he aprendido es que lo excelente es enemigo de lo bueno (o algo así decía un tal Descartes).
Así que aquí estamos. Con esta versión. Seguro que dentro de un tiempo miraré atrás y pensaré: “Madre mía, cuánto ha mejorado esto”. Y eso está bien.
Porque lo importante no es empezar perfecto. Lo importante es empezar.
Al fin y al cabo, esta newsletter será el mejor ejemplo de mejora continua. Ahora mismo, Tribu Kaizen será una newsletter bisemanal, pero con el tiempo irá evolucionando. Vendrán otros formatos: webinars, talleres y, cuando por fin me quite el miedo escénico, hasta algún que otro vídeo. (Y ya os adelanto que si soy feo en foto, imaginaos en vídeo…)
Así que ahora dime: ¿Qué decisión llevas tiempo postergando?
Nos vemos en la siguiente edición de Liderazgo Kaizen donde ya empezaremos a entrar en materia. 🔥
— David G Sanz
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